¿Por qué mi frigorífico no enfría como antes? Descubre las causas y qué puedes hacer para solucionarlo
¿Notas que tu frigorífico no enfría tan bien como el primer día?
Como cualquier otro electrodoméstico, es normal que no funcione igual de bien que al principio.
A menudo, nos llevamos las manos a la cabeza antes de tiempo y pensamos que se ha roto para siempre o que tenemos que comprar uno nuevo.
Es normal.
Se trata del lugar donde tenemos almacenada nuestra comida y no queremos que se eche a perder.
Sin embargo, no hace falta ponerse en lo peor.
Puede que la solución sea muy sencilla y tú mismo puedas arreglarlo en un momento.
En este post, te vamos a enseñar unos trucos para que compruebes por ti mismo cuál puede ser el origen de la avería y te conviertas en un manitas de los frigoríficos.
¡Empezamos!
¿Cómo saber si tu frigorífico no enfría de verdad?
Quizás crees que la nevera no enfría, pero en realidad funciona correctamente.
Lo que puedes hacer es realizar estas comprobaciones para verificar si de verdad tu frigorífico no marcha del todo bien.
Comprueba que el frigorífico está conectado
A veces, tu nevera se ha desconectado sin que te hayas dado cuenta.
Puede ocurrir cuando la mueves y desenchufas sin querer o cuando saltan los plomos de la luz.
Lo sabemos, es bastante obvio.
Sin embargo, en ocasiones nos hemos desplazado hasta casa de algún cliente y hemos visto que simplemente la máquina estaba desenchufada.
La cara de estas personas es un poema porque se sienten avergonzadas por no haber pensado en algo tan simple.
Descubre si tu nevera no enfría de verdad
Otras veces, puedes tener la falsa percepción de que tu nevera no enfría, pero realmente no hay ningún problema.
Para comprobarlo, hay un truco muy sencillo que consiste en introducir un termómetro para comprobar que está a la temperatura correcta .
Tú mismo puedes seleccionarla en el termostato (te aconsejamos que eches un vistazo al manual de instrucciones para no liarte).
En caso de que no dispongas de termómetro, puedes llenar una botella de agua del tiempo e introducirla en el frigorífico.
Si ves que la botella de agua sigue a la misma temperatura tras varias horas, tienes la confirmación de que, efectivamente, algo pasa con tu frigorífico.
Las posibilidades de que haya una avería aumentan si notas malos olores (siempre que no se deba a un alimento en mal estado).
Ahora que has realizado estas comprobaciones iniciales, debes fijarte en si tu frigorífico no enfría pero sí congela o no hace bien ninguna de las dos funciones.
Sigamos…
¿Qué hacer si tu frigorífico no enfría pero sí congela?
Si ves que tu frigorífico no enfría, pero sí congela puede deberse a los siguientes motivos.
La ventilación no marcha bien
La primera causa puede ser un problema en las rejillas de ventilación o en el propio ventilador:
Es posible que las rejillas de ventilación estén sucias y llenas de polvo.
Suelen estar colocadas en la parte inferior frontal de la nevera o, en ocasiones, en la parte inferior trasera.
Una vez ubicada la rejilla, procederemos a quitarla (posiblemente tengas que abrir las puertas de la nevera antes de sacarla).
En el hueco de la rejilla que has extraído, encontrarás las bobinas de ventilación, que tienden a acumular bastante polvo, impidiendo que entre el aire nuevo para refrigerar.
Por este motivo, es muy importante que estén bien limpias.
Puedes ayudarte de un cepillo o aspirador pequeño para extraer toda la suciedad.
A continuación, deberás limpiar también la rejilla que has extraído y después colocarla de nuevo en su sitio.
Otro problema similar es que el ventilador (normalmente situado en el congelador) esté bloqueado por el hielo.
Lo que puedes hacer es comprobar si el frigorífico pierde agua y deja un charco. Si es así, te aconsejamos llamar a un especialista antes de hacer nada, ya que no es tan fácil como parece.
El condensador está sucio
Otra posibilidad es que el condensador esté sucio.
El condensador es la parte de la tubería en forma de rejilla que se encuentra en la parte trasera del frigorífico y disipa el calor que sale de dentro de la nevera.
Es importante que dejemos un espacio de al menos 8 centímetros entre la pared y la nevera para que ese calor se evacúe de forma correcta y que nos aseguremos de que la pieza está limpia para su correcto funcionamiento.
Antes de limpiarlo, deberás desenchufar el frigorífico.
Para su correcta limpieza, puedes ayudarte de un pequeño aspirador o cepillo.
Cuando hayas terminado, espera a que no queden restos de humedad ni en el suelo ni en el electrodoméstico y, a continuación, enchúfalo de nuevo.
Tu frigorífico ha perdido gas refrigerante
Por último, puede que la nevera haya perdido el gas refrigerante que lleva en su circuito.
La manera de comprobarlo es la siguiente:
Con el frigorífico encendido y el motor funcionando, ve tocando el tubo que va desde el motor hasta la parrilla trasera de la nevera.
El tubo debería desprender calor, así que si notas que está frío o no se encuentra demasiado caliente, es muy probable que no tenga suficiente gas. En este caso, te recomendamos llamar a un técnico porque la reparación es algo compleja.
Si no estás seguro de dónde se sitúan estas partes del electrodoméstico, échale un vistazo al manual de instrucciones para cerciorarte.
¿Qué hacer si tu frigorífico no enfría ni congela?
Si el frigorífico no realiza correctamente ninguna de sus dos funciones, es probable que no lo utilices de forma adecuada.
Te contamos los motivos principales.
Dejas la puerta del frigorífico abierta demasiado tiempo
Seguro que esto te suena:
Abres el frigorífico porque no sabes qué comer y dejas la puerta abierta un buen rato mientras lo piensas.
Este gesto aparentemente inofensivo hace descender la temperatura drásticamente.
Como consecuencia, el frigorífico la debe regular después, por lo que se pueden producir desajustes con el tiempo.
También es importante que la junta de goma quede bien sellada al cerrar la puerta. En caso contrario, deberías cambiarla cuanto antes.
Tienes el frigorífico demasiado lleno
También es muy común hacer una compra muy grande y tener la nevera completamente llena sin un solo hueco.
Es aconsejable no tenerla a rebosar para que el aire frío circule correctamente por todo el interior.
Además, es probable que tus alimentos no se conserven igual de bien.
Otras causas por las que el frigorífico no enfría
Por último, queremos compartir contigo otras razones por las que los frigoríficos pueden tener problemas para enfriar:
1. Debes limpiarlo de forma periódica para que funcione correctamente. Antes de hacerlo, desenchúfalo y saca todo lo que hay dentro. No te olvides de limpiar también la parte trasera.
2. No introduzcas comida caliente aunque vayas con prisas. Espera a que se enfríe y esté a temperatura ambiente para guardarla. De lo contrario, puedes crear un desequilibrio de temperaturas.
3. Evita colocar el frigorífico donde le dé el sol de forma directa o junto a fuentes de calor, como el horno o la vitrocerámica.
Estos trucos sencillos te ayudarán a preservar el frío de tu electrodoméstico sin complicaciones.
Ponte en manos de profesionales
Si has realizado todas las comprobaciones que te hemos indicado y no puedes resolver el problema tú mismo o crees que no se debe a ninguna de estas causas, te aconsejamos llamar a un técnico.
Dentro de Madrid, hacemos las reparaciones el mismo día que nos avisas.
Además, siempre utilizamos recambios originales de la marca de tu frigorífico para alargar su vida útil lo máximo posible.
- On 27 febrero, 2018